“Vamos con paso más firme al seguir que al conducir”
(Pierre Corneille).
Por R. Carazo.
Yo La Tengo “Wasn´t born to follow”.
Canción incluida en el EP “Sleepless night” (Matador Records, 2020).
Oh, prefiero ir y viajar
donde fluyen las medias lunas de diamantes.
Y correr por el valle
bajo las montañas sagradas.
Y deambular a través de bosques
donde los árboles tienen hojas de prismas
y rompen la luz en colores
cuyos nombres nadie conoce.
Y cuando sea el momento iré y esperaré
tras la fuente legendaria
hasta que vea tu figura reflejada
en sus aguas cristalinas y enjoyadas.
Y si crees que estoy listo
puedes llevarme al abismo
donde los ríos de nuestras visiones
fluyen el uno en el otro
Querré bucear bajo las aguas blancas de la cascada.
Ella puede suplicar, ella puede implorar,
ella puede discutir con mi lógica
y mencionar todas las cosas que he aprendido
que realmente no tienen ningún valor.
Al final sabrá con certeza
que no nací para seguir.
Qué bonita ironía. Si hay un grupo que ha demostrado en su extensa carrera que no ha nacido para seguir al rebaño ni para respetar tendencias, ese es Yo La Tengo, y sin embargo ahí están, versionando a The Byrds, siguiendo el camino trazado por otros con una autenticidad sin igual. Bebiendo del pasado para proyectarse hacia el futuro.
Y así lo hacen los mejores grupos de momento. Bandas que no siguen la tendencia impuesta por ningún movimiento, que son modernos por su adhesión ejemplar a la atemporalidad y por su obstinación en la búsqueda de la melodía perfecta.
Confiamos en que el tiempo se mueve en forma lineal, avanzando siempre y de modo constante hacia el infinito. Pero posiblemente, la distinción entre pasado, presente y futuro no sea más que una ilusión. El ayer, el hoy y el mañana de la música están conectados en un círculo sin principio ni final.
No hay uno, ni dos, sino centenares o millares de grupos haciendo las delicias de los oídos más exigentes, mezclando épocas y depurando estilos. Pero lo más sorprendente es que no hay prácticamente nadie en los medios especializados (más allá de algún brochazo en Radio 3) para destacarlos. Paradójicamente, la sobreinformación ha ocasionado un apagón informativo sin precedentes que ha dejado desnortados a la práctica totalidad de medios de comunicación musicales que se han limitado a seguir modas sin criterio ni hoja de ruta.
Si bien, hay un faro que resiste y que sigue iluminando obstinadamente: Hotel Arizona.
Hotel Arizona es el programa radiofónico liderado por Pepe Prieto, que desde Radio Enlace y desde su propio blog (hotelarizonaradioenlace.blogspot.com) y haciendo un esfuerzo estajanovista con una dedicación incansable, ofrece lo más granado del multitudinario panorama musical para deleitar con una edición a la semana que alimenta, nutre y sustenta nuestros oídos. Un bálsamo. La bolsa de avituallamiento en plena subida al Tourmalet.
El programa no solo es bueno por la excelente selección musical sino por sus formas, por la pasión de su locutor, por el vocabulario ameno y preciso. Su independencia no está reñida con su profesionalidad. No hay rastro de amateurismo. ¡Y el blog permite tener acceso a todos los títulos de las canciones, grupos, discos y años!
Muchas veces me pregunto si ya en mi vida he escuchado todas las canciones que significarán algo importante para mí. Cuando esa idea surge me basta con sintonizar Hotel Arizona para convencerme de que la contestación es no.
Si quieren saber cuál es el mejor disco del año no hay respuesta. O sí la hay: Hotel Arizona. Ese es el disco. Ahí encontrarán lo necesario tanto para redescubrir décadas pasadas con un fresco punto de vista como para cerciorarse de que no cualquier tiempo pasado fue mejor, pues se siguen, y se seguirán, haciendo discos maravillosos.
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Pequeña muestra de 20 maravillas de este año 2020 detectadas por Hotel Arizona e ignoradas por el resto de medios:
-no es amor, no es amor!
-que es?
-es una obsesión!
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