Por E. Asensio
“Cuando te duele, es cuando puedes marcar la diferencia”. Eddy Merckx (El Caníbal). Ciclista profesional
Todavía bajo el halo pandémico, y de la mano de una parpadeante Eurocopa, se cruza en nuestros caminos una nueva edición del Tour de Francia, ligeramente adelantada a su cosecha por la presión olímpica.
Entre la montaña de 184 ciclistas que compondrán la serpiente multicolor emergen los portentos eslovenos como máximos favoritos al cetro: los especialistas sitúan una batalla entre Tadej Pogacar (UAE Emirates, y defensor del título) y Primoz Roglic (Jumbo-Visma, y segundo el año pasado) como el guion más presumible.
Pero ya ha anunciado el galáctico Ineos Grenadiers que hará todo lo posible para convertir esas previsiones en chamusquina. Para ello ha situado dos de sus mejores torpedos en la línea de flotación: Geraint Thomas y Richard Carapaz saben perfectamente lo que es ganar una gran vuelta.
En condiciones normales de presión y temperatura, el triunfo final debería encontrarse en uno de los cuatro nombres hasta ahora citados, si bien a nadie se le escapa que desde la localidad de Brest van a tomar la salida un conjunto de corredores con las credenciales suficientes para aspirar a lo más alto del cajón: Miguel Ángel López (Movistar), Rigoberto Urán (EF Education-Nippo), Simon Yates (BikeExchange) o Dan Martin (Israel Start-Up Nation).
Entre los mejores, pero con sus opciones cercenadas como mucho a entrar en el podio, deberían pedalear Jakob Fuglsang, Wilco Kelderman, Emanuel Buchmann o Esteban Chaves.
La siguiente remesa hubiera sido la lista de favoritos hace menos de lo que pensamos: Quintana, Nibali, Mollema, Porte o Froome estarán en el Tour, pero desempeñando otros papeles muy distintos en una función en la que ya son considerados actores de reparto.
Sin ser considerados elegibles para llegar de líder a París, nadie duda que los categorizados como “clasicómanos” darán mucha guerra: primera comparecencia en el Tour para el extraterreste Mathieu van de Poel. También está asegurada la presencia y las prestaciones de Van Aert, Hirschi, Alaphilippe, y Michael Woods.
En el departamento “vintage” sigue habiendo piezas muy codiciadas: repiten por enésima vez los Gilbert, Roche, Rolland, Valverde, Gesink o De Gendt. Incluso una vez descatalogado, regresa a la exposición el Expreso de Man: Mark Cavendish.
La principal baza española la encarna Enric Mas y para las victorias parciales una nómina que empieza a preocupar por su escasez y reiteración: Ion Izaguirre, Pello Bilbao, Alex Aranburu, Jesús Herrada…
Las ausencias se reparten entre lesiones y preferencias en el calendario: no estará tras el regreso de su excedencia voluntaria Tom Domoulin, ni los renqueantes Landa, Pinot, Jungels o Aru. Su concurso en el pasado Giro de Italia nos priva de Bernal, Vlasov, Bardet, Caruso, Pozzovivo o Almeida. A reseñar la no comparecencia del principal escudero de Pogacar en su victoria del año pasado: De la Cruz lo verá desde casa.
Todos los ingredientes para un buen cóctel están servidos. Un año más, me encontrarán al fondo a la derecha en la barra.
