Música para viajar en el tiempo (III): canciones futboleras

Por Ignatius J. Batelmo

He puesto la tele, había un partido, y Mendieta ha marcado un gol realmente increíble

Los Planetas, «Un buen día» (2000)

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Ahora que ha terminado (por fin) la Liga y que sólo queda la final de la Champions masculina, es un buen día para paladear los momentos vividos antes de un verano de año par que nos dejará por primera vez sin Mundial ni Eurocopa, una orfandad vivencial que nos hará esperar a noviembre por aquello de la yuxtaposición perfecta de petrodólares y calor (es cierto que la pandemia también nos dejó sin Eurocopa en verano, pero es que el virus lo paró todo). La Champions femenina nos ha dejado asistencias de récord en Barcelona y quizás ese sea el mejor futuro para este deporte.

Querría realizar una mención a la letra de la canción cuyo single era la foto del post anterior de «música para viajar en el tiempo», una serie de publicaciones para retrotraernos a situaciones pasadas a través de la música. En esta ocasión, escribo desde la más pura indignación sobre el balompié patrio; el fútbol, ese deporte que me ha dado tantas alegrías desde lo deportivo, siempre me ha producido resquemores por la corrupción asociada, pero nunca vi tan evidente como estos días que dicha corrupción afectara directamente a los resultados de los partidos. Una competición que se ha vuelto tan sucia y vomitiva como La Liga, auspiciada por los infectos intereses de los comisionistas de la Supercopa, bien merece nuestro desprecio más absoluto. El mismo desprecio que el nulamente competitivo y meramente dinerario proyecto de la Superliga.

Pero, como digo, el fútbol me ha traído muchas alegrías deportivas y he disfrutado mucho con grandes jugadores y muchos partidos; y esa es la parte que querría resaltar hoy: el romanticismo de las canciones que ensalzan determinados momentos estelares, futbolistas de bandera, ratos entre amigos en los que la pelota es la única protagonista, mundiales en los que las aficiones son las protagonistas y no por pegarse entre ellas…

Comencemos casi por el final, con El Himno Titular de Carolina Durante, una canción 100% futbolística, que contiene dos frases que me representan: «no me gusta que me guste el fútbol/ pero qué le voy a hacer» y «no soporto las canciones del Mundial». No esperen encontrar en este post enlaces a los manidos éxitos salseros veraniegos de Ricky Martin o de Shakira; de esta última me quedé en su disco ¿Dónde están los ladrones?, que estoy seguro de que ya los ha encontrado y cerquita, además.

En todo caso, los mundiales de fútbol han servido de inspiración a grandes temas de la historia musical, composiciones que nos retrotraen a esos goles históricos que se han quedado en nuestra retina. Andrés Calamaro, futbolero, taurino, crápula… trata con mimo y dulzura sus experiencias con el triunfo de la selección argentina en el Mundial de México’86 en Estadio Azteca. Un mundial también glosado por los indies Tachenko en 1986, donde hacen un repaso por otros momentos futbolísticos históricos: mundial de 1982, Kempes o Cruyff. En definitiva, una cita futbolera histórica y, probablemente la más inspiradora para este subgénero de música balompédica, sobre todo en Argentina, donde se suceden los éxitos con referencias a esta copa del mundo. Nos quedamos con el homenaje de Sabina en Dieguitos y Mafaldas como gran resumen de este país simpar.

No podemos dejar de mencionar al país con más mundiales de la Historia del deporte rey; un ejemplo brasileño que casa muy bien con este post es Ponte de lanza africano de Jorge Ben. Aunque también nos deberíamos dar una vuelta por Aqui É O País do Futebol, o por la bossa nova de Chico Buarque en O futebol.

Si nos centramos en el país que inventó el fútbol, la inspiración de otra cita futbolera también dejó para la posteridad la mítica melodía «it’s coming home, football is coming home» en el estribillo de Three Lions de Baddiel, Skinner & Lightning Seeds, que fue compuesta para la Eurocopa de 1996 en Inglaterra. También hicieron incursiones por ambas bandas con certeros centros al área tanto New Order como Oasis, a través de una grandiosa versión de Cum on feel the noise. Y qué buenas canciones, que el fútbol ha recogido como suyas, han salido de las islas británicas: You’ll Never Walk Alone en su versión de Gerry and the Pacemakers, himno oficioso del Liverpool y del Celtic de Glasgow o las muy hoolingans Chelsea Dagger y Seven Nation Army incorporadas a los cánticos de las gradas europeas. No hay nada como cervecear con británicos en las previas y reprimir las ganas de arrojarles sillas a la cabeza en una batalla campal.

Photo by Tima Miroshnichenko on Pexels.com

Hay otros grupos españoles, además de los mencionados, patrocinadores de momentos futbolísticos míticos, aunque sea involuntariamente: los Planetas son hinchas blaugranas y no hay más que escuchar la letra de El Artista Madridista para darse cuenta (mal año para ellos este 2022); continuando con el ramo, Los Nikis, esos irreverentes punkis ochenteros tan alejados de la ultraderecha (a pesar de que su ironía no se capte por mentes obtusas), atacaban al aficionado con menos de dos dedos de frente y ultraderechista medio en Enrique el Ultrasur. Sr Mostaza, en una balada a piano fiablemente evocadora, nos recuerda un triste momento de la Eurocopa de 1984, cuando Platini lanzó una falta aparentemente sencilla y ocurrió la Minitragedia de Arconada (en tres segundos). La Habitación Roja compusieron en 2005 Nunca ganaremos el mundial, y qué alegrón que se equivocaron porque en la prórroga contra Holanda (por entonces todavía los llamábamos así) estuve tarareando la maldita letra mientras me taladraba el cerebro. En el pop ya los Sencillos trataban con una canción muy repetitiva la peor parte de este deporte y el gran Leonardo Dantés, qué decir de su admiración por los futbolistas naturistas. Y en mundo del rock tienen canciones futboleras, entre otros, Barón Rojo o Ska-P, que compusieron su oda al Rayo Vallecano, equipo de su barrio, con Como un rayo.

Además de algún gol de Mendieta, hay otros futbolistas que son protagonistas de muchas canciones en el indie europeo. Cali se salieron con su oda a Eric Cantona; pero es que hay temas españoles compuestos a jugadores tan variopintos como Ronald Koeman, Gennaro Gattuso o Diego Tristán (todos en la playlist); en este último tema los gallegos Boyanka Kostova nos recuerdan los coj***zos del delantero sevillano cuando repetía que aquel Super Dépor versión 2.0 era «Diego y diez más». En todo caso, hay otras canciones más blanditas, que se sirven de historias de amor para hablarnos de mitos vivos como hacen la Granja con Eto’o, un futbolista que dijo alguna frase histórica, y que también tiene cabida en la letra de La Primavera Trompetera de los Delinqüentes.

Hay un caso que merece mención aparte: existe un grupo en Bolton, donde jugó el nefasto Iván Campo, que se llama como el citado defensa, sí, Ivan Campo, sin la tilde; este personaje estuvo 5 temporadas jugando en el Bolton Wanderers y dejó allí tan buen sabor (por lo visto) que le han puesto su nombre a esta banda. En España a algunos les sonará que jugó en varios equipos: Valladolid, Valencia, Mallorca, Real Madrid… Pero lo que todos los de mi generación recordarán es el partidito que entre este señor (con Clemente eran titulares algunos engendros) y Zubizarreta nos dieron contra Nigeria en el Mundial de 1998.

En definitiva, lo que más me gusta del subgénero musical que tiquitaquea con el fútbol es el acercamiento a la esencia del fútbol de barrio como ocurre en el clásico Azzurro de Adriano Celentano, todo un himno en Italia; como hacen los escoceses Belle and Sebastian en Another sunny day, o como en la mención que hacen Atención Tsunami! en su temazo Técnicamente sí al mítico Abelardo, en una alusión algo pillada por los pelos que yo imagino al central del Barcelona. Y un temazo que me ponía antes de cada examen de la carrera, por aquello de la motivación, obra del artista canadiense, más conocido por las baladas de las películas románticas de los años 90 que por otra cosa, Bryan Adams; un hincha del Chelsea, que dedicó esta canción a su equipo, antes de que llegara Abramovich, cuando no se comían un colín. Fue una canción premonitoria: We’re gonna win.

No me gusta que me guste el fútbol, pero qué le voy a hacer. Feliz verano de descanso.

3 comentarios en “Música para viajar en el tiempo (III): canciones futboleras

  1. Magnífico comentario, muchas gracias. Está claro que el autor se ha basado demasiado en su experiencia personal y en sus escuchas. Faltan muchas canciones y sobran otras, ya lo dijimos en redes sociales, ahí está la virtud del toque personal

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  2. Una lista es algo necesariamente limitado, pero faltan grandes canciones dedicadas al fútbol… New Order escribió World in Motion para el Italia 90 y Oasis versionó el clásico de Slade Cum On Feel the Noize, otro tema absolutamente absorbido por el fútbol. Por no hablar de la canción de Queen ya tan manoseada que parece que cansa, pero que no deja de ser el acto final de cualquier campeonato eliminatorio… Y en español los argentinos han dedicado decenas de canciones al fútbol, quizás la de Bersuit Bergarabat, Toco y me Voy y en plan indie… Los Sencillos y su Phútbol… De las mejores canciones de fútbol, sin duda. Y Los Nikis hicieron un pequeño gran homenaje al Sporting, con acompañamiento de Hevia con su gaita, en su menos conocida pero genial Soy Minero. De la última canción de la lista mejor no hablar…

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